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REPOSITORIO HISTÓRICO - TEATROS DE LA SERENA

La Fundación Cultural 'Sociedad Bach La Serena' presenta su proyecto "Repositorio Histórico - Teatros de La Serena". Este proyecto tiene como objeto el compilar y difundir los antecedentes históricos de la infraestructura cultural en La Serena, principalmente Teatros y Centros Culturales, además de cines y centros de eventos que han dado vida a la actividad socio-cultural de la ciudad entre los siglos XIX, XX y XXI. El trabajo historiográfico proviene de diversas fuentes (memorias, periódicos, actas, etc.), incluyendo la participación ciudadana en el aporte de documentación relevante para dar forma a la historia de los Teatros de La Serena. 

Objetivos específicos: 

 

  • Compilar y proteger el material histórico referente a los teatros y centros culturales de La Serena

  • Sensibilizar a la ciudadanía y estamentos públicos respecto al devenir sociocultural de La Serena. 

  • Incentivar la participación ciudadana en la construcción del patrimonio a través del aporte de material histórico (documentos, prensa, memorias, actas, programas, etc.)

 

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Carolina Miranda González

Jefa de proyecto y curadora

 

Licenciada en Historia con mención en Ciencia Política; Licenciada en Educación; Profesora de Historia, Geografía y Ciencias Sociales y Magíster en Estudios Latinoamericanos mención Literatura.

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Manuel Figueroa-Bolvarán​

Colaborador 

Licenciado en Música con mención Contrabajo; Magíster en Cultural Diplomacy & International Music; Certificado en Cultural Marketing y Social Entrepreneurship, Cultural Agency, Community Development, Business Management & Teaching Artistry. 

Ancla 1

PERÍODO 1850 a 1899

 

LOS ALBORES DE UN TEATRO EN LA SERENA

 

La información respecto a los teatros en la ciudad de La Serena ha sido desde siempre una información fragmentada, reconstruida a partir de algunas fuentes y testimonios de épocas pasadas y/o de los recuerdos de aquellas personas que a partir de su propia memoria han intentado preservar del olvido una forma de sociabilidad en torno a estos espacios culturales que de algún modo, se ha perdido.

 

Los primeros indicios en torno a la idea de un teatro en la ciudad de La Serena la encontramos hacia la década de 1820, cuando se montó uno de éstos en un escenario improvisado en una casa particular de La Serena y otro similar en Coquimbo, en donde, de acuerdo con Pereira Salas (1974) se cobraba 25 centavos la entrada. Hacia el año 1834, el día 10 de noviembre, doña Josefa Bustamante solicitó a la Municipalidad “se le permitiera abrir un teatro, y que los días que hubiera función se suspendieran las chinganas, obligándose, por este motivo, a abonar la mensualidad que pagaban éstas” (Concha, 2010: 356). La labor de esta mujer se desarrolló en La Serena y Coquimbo, y sus presentaciones se sucedieron hasta fin de ese año. Según Concha, meses antes, un empresario teatral llamado Manuel Silva (quien venía desde Valparaíso dirigiendo una compañía dramática profesional) había solicitado el día 3 de agosto a la misma corporación, extender por cuatro meses las representaciones teatrales de sainetes1 que al parecer ya llevaba un tiempo presentando en la ciudad, plazo que, a juzgar por la petición de Josefa, no fue concedido2.

Este cronista señala que posterior a estos hechos, existieron algunos teatros provisionales -sin dar mayor cuenta de ellos- en los que habrían actuado algunos actores de renombre en la época: “Casacuberta, Máximo Jiménez, Mateo O’Loghlin3, Garay, Antonio Gaytán, y muchos otros, y actrices como la señora Samaniego, Emilia Hernández y las tres hermanas López” (Concha, 2010: 356). La Compañía de M. Ramírez y D’Arcena, en 1845, ofrecieron también varias funciones, las cuales fueron muy concurridas y apreciadas por el público serenense, y en 1850 se presentó el virtuoso pianista Henri Hertz, acompañado por el barítono Henri Lanza.

 

Ahora bien, hasta el momento no hay certezas sobre cuándo se construyó el primer Teatro de La Serena, sólo tenemos testimonios que podrían dar luces al respecto. Por ejemplo, Recaredo Tornero señala que el teatro se edificó en el año 1848 y si bien no disponemos de documentos que lo corroboren, al menos sabemos que hacia 1850 existía un local que cumplía dichas funciones y que sería aquel en donde se presentaron los artistas anteriormente nombrados, lugar que se habría edificado sobre las ruinas de un teatro anterior. Así lo señala Pereira Salas (1974: 315-316), quien toma una descripción de este lugar aparecida en 1850 en el periódico El Porvenir: “Es una pequeña medalla que tiene sus dos fases, que por fuera conserva sus antiguos relieves, sus rendijas, sus lunetas, balcones de alerce, y que por dentro cobra ya sus gajes de Coliseo. ¡Si, de Coliseo en miniatura! Con dos hileras de palco, sencillamente afeitadas y distribuidas en forma de hemiciclo, una platea espaciosa y bien ordenada y algo de cazuela cómoda, para que tome en ellos el pobre, lecciones de equilibrio, y estudie con más prolijidad las leyes de la gravedad atmosférica, estándose como se está en sus dos pies cual gaviota en el espacio de 4 ó 5 horas, no más. A la parte anterior del proscenio la cubre un frontispicio aparatoso y sobre todo bien pintado, de tal manera que si no fuera el cielo un si es no nublado y algo onduloso cuando lo infla el terral o el viento del norte, ganas le diera a todo el que allí concurre de creerse transportado a un sitio encantado, especialmente cuando al reflejo de una iluminación bien surtida, se alza el telón de boca para representar al ojo sorprendido del espectador, esas decoraciones graciosas y pintorescas que tanto influjo ejercen sobre la ilusión. La ilusión ya se sabe hace un papel importantísimo en las representaciones teatrales y merced a ella es que hemos podido hacer más justicia que otras veces al mérito de la compañía que me ocupo”.

 

Habría que esperar hasta 1851, específicamente al día 13 de enero, para que los señores José Monreal4 y Félix Marín5 terminaran de construir un nuevo teatro, el que se encontraba en la parte media de la calle del Teatro (actual calle Brasil esquina O’Higgins. Figura 8, Plano de 1895) y que de acuerdo con los testimonios de la época era incómodo al público por su “defectuosa construcción” (Tornero, 1872: 256), lo que es corroborado por Concha quien señala que dicho espacio adolecía de “notables defectos de construcción por la estrechez del local y, más que todo, por la poca pericia de su director y contratista” (Concha, 2010: 357); la construcción de este local costó treinta mil pesos de la época. Los espectáculos fueron de diversa índole, ya sea teatrales (en los que destacó el mismo Manuel Concha, quien compuso una gran cantidad de obras dramáticas, entre ellas “María de Borgoña”, la cual se representó en este teatro el día 30 de diciembre de 1856), como de variedades, tal como señala Páez (2010: 58) que basándose en las solicitudes de patentes de 1861, señala que se ofrecieron diversos esparcimientos para ser presentados en el Teatro, como por ej. el caso de Ms. Paul quien solicitó un permiso para dar funciones como mago y prestidigitador. 

 

Pero la música no se queda atrás, y es en la década de 1860 en que el Teatro se constituyó en “un punto de reunión de las compañías líricas y la mayor parte de los virtuosos pagaban anual visita de cortesía a la hermosa ciudad” (Pereira Salas, 1957: 127). Será, por lo tanto, en torno a este lugar que se desarrolló una activa vida cultural, caracterizada por la interpretación de variadas obras musicales y teatrales, muchas de las cuales eran posteriormente reproducidas “en las casas de las familias de la elite por numerosos grupos de aficionados, muchos de ellos discípulos del profesor de piano Enrique Manfredi6” (Silva y Vargas, 2019). Entre los artistas que arribaron a la ciudad de La Serena por esos años (1866) podemos mencionar al reconocido pianista norteamericano Louis Moreau Gottschalk.

 

Para el año 1871, la ciudad seguía contando con un solo teatro, de acuerdo con los señalado por Concha, basado en los datos suministrados por don Domingo Barrera, recaudador de rentas municipales, en abril de ese año. Esta situación se mantuvo hasta el año 1886, cuando el municipio autorizó al intendente Emilio Gana7 para “levantar un empréstito de 60 mil pesos” (Silva y Vargas, 2019) para construir un nuevo teatro en el lugar que ocupaba por ese entonces el cuartel de policía, el que se encontraba en el edificio en que antes se ubicaba el antiguo claustro del convento de la Merced8, en la antigua calle del mismo nombre (actual Balmaceda). Dicho teatro se construyó según los planos del arquitecto alemán Guillermo Schwember9 y de acuerdo con el viajero también alemán, Hugo Kunz (1890: 395) este teatro “promete ser uno de los templos de las Musas más bellos y más grandes de la república en vista de su arquitectura señorial y condiciones espaciales. El proscenio, calculado para una audiencia de 1200, es una imitación del teatro de la ciudad en Halle10, un rectángulo alargado con una pared trasera redondeada en forma de segmento. La construcción habrá costado $120.000 al finalizar, sin muebles y decoraciones en el lugar”.


 

Hacia 1895, el nuevo teatro aún se encontraba en construcción, el cual debía tratarse del conocido Teatro de La Serena, posteriormente conocido como Teatro Nacional (Figura 10, Plano de 1895)…pero esa es otra historia.

1   El sainete era una pieza dramática jocosa en un acto, de carácter costumbrista y popular; reemplazó al entremés a partir del siglo XVIII. 

2   De acuerdo a la revista santiaguina Selecta (1912: 309), las representaciones teatrales, hacia el año 1761, se realizaban en la plazuela de San Francisco, “sobre un entablado, en un ángulo formado por la iglesia y la portería”.

3   La Compañía de Mateo O’Loghlin llegó a La Serena en 1848, ciudad en la que más tarde mantuvo intereses económicos de tipo minero, familiar y artístico, llegando a ser “uno de los dueños del teatro principal” (Prereira Salas, 1974:316).

4   José Monreal Roco (Vallenar, 1804 - Coquimbo, 1870). Fue un hombre de gran fortuna y poder, siendo Regidor y Alcalde de la ciudad en diversas ocasiones. A los 14 años se incorporó al Ejercito y participó en varias campañas de la Independencia de Chile y Perú. A los 26 años volvió a la vida civil, fue reincorporado al Ejército en 1842 y en 1854 se retiró definitivamente de él.

5   Felix Marín Aguirre (La Serena, 1810 – La Serena, 1905). Fue Regidor de La Serena en 1837, Fiel Ejecutor en 1846 e Intendente de Coquimbo en períodos cortos entre 1850 y 1860. Fue dueño de las haciendas Alfalfares, El Carmen, Culcatán y La Cortadera. Ver Moraga A., F. (2013). Gente de La Serena. Recopilación de 323 biografías desde 1544 a 1955. Volantines Ediciones. 

6   “Italiano. Vino á Chile como trombón de la banda que contrató en Europa don Pedro León Gallo, para Copiapó. Disuelta la banda se radicó en la Serena en donde ejerció como profesor de música y maestro de banda” (Sandoval, 1911: X). Fue profesor del Liceo de La Serena (actual Liceo Gregorio Cordovez) y un gran impulsor de la música en esta ciudad entre los años 1860 y 1870. Entre sus discípulos se encontraban las señoritas Delfina Ravest, Juana y Antonia Bolados, Rosa Caballero, Elsa Rodríguez, Carmen Ossa, Carmen Aracena, Julia Cunningham, Jesús Argandoña y Domitila Ossandón. Entre los más descatados estaban “Clara Zepeda, Delia Vicuña y Juan de Dios Peralta, solistas en la mayor parte de los beneficios” (Pereira Salas, 1957: 127). 

7   Emilio Gana Castro (Talca, 1849 – Santiago, 1900). ingresó a la carrera militar combatiendo como oficial en la Guerra del Pacífico. Fue Intendente de Coquimbo desde septiembre de 1885 a octubre de 1886 y posteriormente Intendente de Linares (1886-1891). Se reincorporó al servicio en 1891 como Coronel y Jefe del Estado Mayor del Ejército gobiernista del norte; desterrado al Perú hasta 1894, regresó a Chile en donde participó en la reorganización del Partido Liberal Democrático (Balmacedista).

8   También se encontraban en ese lugar “el juzgado de policía correccional i la banda de música municipal” (Tornero, 1872: 248).

9   También fue el arquitecto encargado de proyectar la Iglesia y el Claustro de la Divina Providencia, construida entre los años 1887 y 1896, en los terrenos adyacentes al convento antiguo.

10   Podría tratarse del Stadttheater von Halle (Sajonia-Anhalt), construido en 1886.

 

Bibliografía:

 

  • Boloña, N. (1896). Álbum de planos de las principales ciudades y puertos de Chile. Santiago: Dirección General de Obras Públicas, Oficina de Geografía y Minas. 

  • Concha, M. (2010; 1º edición de 1871). Crónica de La Serena. Desde su fundación hasta nuestros días, 1549-1870. La Serena: Editorial Universidad de La Serena.

  • Kunz, H. (1890). Chile und die Deutschen Colonien. Leipzig: Klinkhardt en Comm.

  • Lorani (1912). “La Serena Antigua”. En: Selecta. Revista Mensual, Literaria y Artística. Año III, Número 10, Enero. Santiago de Chile, pp. 308-309.

  • Moraga A., F. (2013). Gente de La Serena. Recopilación de 323 biografías desde 1544 a 1955. La Serena: Volantines Ediciones.

  • Páez C., R. (2010). Cafés, comidas y vida cotidiana. La Serena en el siglo XIX (1856-1892). La Serena: Editorial Universidad de La Serena.

  • Pereira Salas, E. (1974). Historia del Teatro en Chile desde sus orígenes hasta la muerte de Juan Casacuberta, 1849. Santiago de Chile: Ediciones de la Universidad de Chile.

  • Pereira Salas, E. (1957). Historia de la música en Chile (1850-1900). Santiago: Publicaciones de la Universidad de Chile.

  • Sandoval B., L. (1911). Reseña Histórica del Conservatorio Nacional de Música y declamación, 1849-1911. ISantiago de Chile: Imprenta Gutemberg.

  • y Vargas, J. (2019). Historia de la República de Chile, 1826-1881. Volumen 2. Primera Parte. Santiago: Ediciones UC.

  • Tornero S., R. (1872). Chile Ilustrado. Guía descriptivo del Territorio de Chile, de las Capitales de Provincia i de los Puertos principales. Valparaíso: Librerías i Ajencias del Mercurio.

Ancla 2

EL TEATRO CINE ROYAL (LA SERENA)

 

El sábado 11 de abril de 1914, los habitantes de la ciudad de La Serena fueron testigos de la inauguración de una nueva sala de espectáculos: el Cine Royal, construido bajo la dirección de don Guillermo Bidwell1 y de su socio, Luis Larraín2. De acuerdo con lo señalado en la prensa de la época, Bidwell fue un experimentado empresario del rubro, por lo que se preocupó de dotar a este “espléndido local”, ubicado en la actual calle Balmaceda (frente al antiguo Teatro Nacional), de todas “las condiciones de elegancia, comodidad y confort necesarias” para el disfrute del público serenense. 

 

De acuerdo a la nota publicada en el Diario El Lonjitudinal (1914): 

“Las películas que se exhibirán en la noche del estreno serán cuidadosamente seleccionadas del espléndido y vasto repertorio con que cuenta la Sociedad Cinematográfica la Italo Chilena, cuyo representante es el señor Bidwell.

Una magnífica orquesta3 amenizará el espectáculo ejecutando escojidos números musicales.

Las proyecciones cinematográficas las hará Mr. Bidwell sobre el famoso telar de su invención denominado “Plasticau”, el que tiene la gran ventaja de permitir las proyecciones completamente nítidas y con mayores detalles que en los telones comunes.

La función de estreno constará de catorce partes, proyectándose la grandiosa película “La lámpara de la abuela” o avante los Bersaglieres, y el interesante film “La Serpiente venenosa”, en siete partes cada una.

Una advertencia para el público: las funciones empezarán todas las noches a las 9 en punto P. M. pues el señor Bidwell desea evitarle al público asistente las trasnochadas”.

 

A partir del día de su inauguración, el Cine Royal funcionó con bastante regularidad en sus funciones en lo que respecta al año 1914, funciones cuyos valores eran “moderados a pesar del subido precio que tiene que pagar la Empresa Cine-Royal” (El Lonjitudinal, 1914). Entre las obras que se presentaron al público encontramos: “La lámpara de la abuela”, “Los Tres Mosqueteros”, “Jack”, “El rey del espacio”, etc.

 

Pero no sólo esta sala se ocupaba para la diversión de los asistentes con fines económicos, sino que también era utilizada para realizar funciones a beneficio, como la que se dio el miércoles 29 de abril de 1914 para la Sociedad Protectora de la Infancia. A esta función, asistió “una numerosa y distinguida concurrencia que ocupaba las principales aposentadurías de esta cómoda sala de espectáculo. El pueblo tampoco permaneció indiferente al llamado que se le hiciera, pues haciendo talvez algún sacrificio acudió presuroso a la función, dando pruebas de sus sentimientos nobles para con los pequeños niños que sufren las consecuencias funestas de la falta de alimento y cuidados, que le impiden su desarrollo” (El Lonjitudinal, 1914).

 

Aún a pesar de su comodidad, el Cine Royal era una sala pequeña y poco apropiada para ciertos espectáculos, como compañías dramáticas y de operetas. De ahí que el público se vio privado de buenas compañías que debieron seguir de largo en sus giras teatrales a través del país. Sin embargo, este teatro siguió funcionando muchos años más. 

1 Guillermo Bidwell Bond (Gran Bretaña, 1850 – Santiago, 1927). Exhibidor, empresario, productor y distribuidor de cine. Se ignoran detalles de su infancia, así como de sus primeras actividades en  Chile, país donde llega a fines del siglo diecinueve. Su nombre empieza a destacar al convertirse en empresario y productor de espectáculos, trayendo  figuras artísticas connotadas, especialmente inglesas y francesas, tanto de música, teatro y números de variedades. Cuando se celebra  el primer Centenario de la República en 1910, ya es conocido  también como distribuidor de cine estadounidense, principalmente en la zona norte del país, a través de la firma Bidwell & Larraín, empresa que forma en 1911 con Luis Larraín, la misma que en 1916 se asocia con Salvador Giambastiani para  fundar la Chile Film Co. Su gestión y participación financiera será decisiva  a la hora de ir creando las bases de una  industria nacional, que aunque rudimentaria, marca presencia  en los años 20. Su aporte más  significativo es la producción de la película Agonía de Arauco (1916), de Gabriela von Bussenius y de varios documentales. En 1919, Salvador Giambastiani les compra su parte a sus socios en la Chile Film Co. Guillermo Bidwell se traslada al norte del país, mientras Luis Larraín viaja a los Estados Unidos para tomar contacto con las compañías distribuidoras de cine de ese país, que  empiezan ya a dominar las pantallas de las salas de cine. Forman nuevamente la Bidwell & Larraín, empresa distribuidora de espectáculos, tanto cinematográficos como de artistas en vivo, pero tiempo después la sociedad se disuelve para dar paso a Bidwell & hijo, llamado éste igual que su padre, y quien asume toda la responsabilidad en 1924, mientras el progenitor se  radica en Santiago, lugar donde lo sorprende la muerte tres años más tarde. (Por Eliana Jara, extraído del "Diccionario del Cine Iberoamericano"; SGAE, 2011). Ver en: https://cinechile.cl/persona/guillermo-bidwell/

2 Luis Larraín Lecaros, “hermano de Arturo Larraín Lecaros, quien con la Compañía Conematográfica del Pacífico fue uno de los responsables de la gran actividad conematográfica en Santiago entre 1909 y 1912” (Villarroel, 2014: 112).

3  Era una orquesta del cine.

EL TEATRO VARIEDADES (LA SERENA)

 

Del Teatro Variedades no es mucha la información que tenemos hasta el día de hoy, sólo pequeños fragmentos de una historia que espera a ser reconstruida.

 

Lo que sabemos es que este teatro ya funcionaba hacia el año 1914, y se encontraba al lado del que sería el Teatro Cine Royal (calle Balmaceda, frente al antiguo Teatro Nacional), en un local que parecería hubiera sido más pequeño que el Royal. Sin embargo, el Teatro Variedades era igualmente prolífico en espectáculos, incluso realizándose funciones extraordinarias en la medida en que llegaban películas en los vapores, así como también matineés dedicada a los niños y familias que no podían asistir de noche al teatro.

 

Las películas que se exhibieron eran de diversos géneros (dramas, cómicas, etc.) y se solían pasar en varias partes. Entre los títulos tenemos: “Un pasado que vuelve”, “Pesadilla”, “Amor y natación”, “Zuma”, “La novela del pasado” y diversas vistas de actualidad. Pero también en este teatro se presentaban otro tipo de espectáculos, como por ejemplo una compañía de concertistas y variedades que estaban trabajando con mucho éxito en Santiago. Tal como lo señala el Diario El Lonjitudinal del día 16 de abril de 1814 “En esta Compañía figuran coupletistas, bailarinas y canzonetistas de reconocida fama. El número mas interesante de la Compañía Variedades lo constituye, sin duda alguna el notable y célebre artista que ejecuta en bicicleta el emocionante “Loopin de Loop” -o sea el “Círculo de la Muerte”. Este espectáculo fue propiciado por el empresario de Variedades José P. Morales y su principal estrella fue el ciclista Antoni Arnery.

 

Otro de los espectáculos que no dejó indiferente a nadie, fue la presentación del ventrílocuo español Caballero Castillo, quien realizó varias presentaciones debido al éxito que tuvo entre el público, así como las que realizó el célebre transformista Colon Gómez, quien era un afamado artista que ya había visitado la ciudad en otras ocasiones.

 

Pero también (al igual que en Teatro Cine Royal) se realizaron espectáculos a beneficio, como el concierto que realizaron algunas damas a beneficio de la Liga de Estudiantes, institución que auxiliaba en dinero a estudiantes de escasos recursos para que terminaran sus estudios en los diversos establecimientos educacionales de la ciudad y posteriormente, poder obtener una carrera en la capital. Dicho concierto se efectuaría el día 25 de julio de 1914 y se advertía un gran entusiasmo por parte de la comunidad, anunciándose que sería un acontecimiento social de gran resonancia en la ciudad. Otro de los beneficios que se realizaron fue la velada que realizaron los alumnos del Liceo en apoyo de la Brigada de Boys Scouts de La Serena con el fin de recolectar fondos para poder realizar el viaje a Rancagua para asistir a la celebración de las Fiestas Patrias.

 

El mismo año de 1914, el Teatro Variedades fue traspasado en arrendamiento al conocido caballero Juan Luis Monreal1, quien realizaría algunas mejoras y además tenía “el propósito de traer buenos espectáculos y por de pronto mantendrá personalmente una buena orquesta” (El Lonjitudinal, 1914).

1  Podría tratarse de Juan Luis Alejandro Monreal Rojas (1868-1932) o de Juan Luis Monreal Moreau (1892-1918), hijo del anterior.

EL TEATRO NACIONAL/TEATRO SERENA

 

Múltiples han sido las historias que se tejen en torno al mítico Teatro Nacional, teatro del que muchos tienen gratos recuerdos pero que también aún hoy, provoca nostalgia y desazón por un pasado que inevitablemente se ha perdido. 

 

El Teatro Nacional fue un edificio que se ubicó en calle Balmaceda, al lado de lo que era el edificio de los Bomberos y de la Iglesia la Merced. Según la información más difundida, este Teatro se habría inaugurado en el año 1910, dato del que disentimos si es que damos crédito al aviso que aparece en La Aurora Liceana del año 1946 en que se señala que el Teatro Nacional estaría celebrando su 38º Aniversario: si hacemos los cálculos correspondientes, nos da que dicho teatro tendría que haberse inaugurado el año 1908.

 

Pero la historia es algo más complicada. Hacia el año 1913 se habría presentado a la Municipalidad un proyecto de empréstito para la construcción del Teatro Serena, cuyos trabajos se iniciaron al poco tiempo, dilatándose con los años. Este teatro se iba a ubicar en calle Balmaceda frente al Cine Royal… ¿qué pasó ahí? Es algo que aún no hemos dilucidado, pero sí sabemos que hacia 1917 el teatro Serena se estaba levantando (continuando los trabajos anteriores, ahora bajo el alero de la Municipalidad y no de la antigua Sociedad Teatro Serena) en el mismo lugar donde hasta hacía poco se encontraba el Teatro Nacional. Estos trabajos volvieron a quedar paralizados hasta que en 1918 fueron retomados a cargo de un arquitecto de apellido Ossandón y el ingeniero señor Escobar.

 

Ciertamente faltan muchos datos al respecto, lo que sabemos es que el Teatro Serena funcionó durante toda la década del 20 y tal vez la del 30. Pero como mencionamos al comienzo, en 1946 nuevamente ese teatro era conocido como el Teatro Nacional, anclándose a un pasado de larga data y en el que estamos trabajando, con pocas certezas, pero con muchas preguntas que esperamos podamos responder próximamente.

Ancla 3

PERÍODO 1950 A LA ACTUALIDAD

LA RENOVACIÓN Y LA DEBACLE

 

La segunda mitad del siglo XX tuvo como principal hito el desarrollo del Plan Serena, un plan de fomento y urbanización para la región de Coquimbo, impulsado entre los años 1948 a 1952 bajo el gobierno del presidente Gabriel González Videla. Inspirado por su experiencia en París como Ministro Plenipotenciario, Videla escogió, bajo su presidencia, a su natal La Serena como centro de su Ensayo de Urbanización Regional. Ante sus críticos, el presidente versó: 

"Bien, esto último tiene algo de verdad. Soy serenense. Aquí he aprendido a querer una plaza y una calle: son de aquí los primeros árboles que me dieron cariño, la primera casa ocre que me sirvió de referencia. Fue aquí donde encontré, por primera vez, el sabor amable de un rincón y una esquina. Y soy humano. Y, por humano, agradecido. Por eso, aunque arreciaron las críticas, aunque afronté a veces la maldad de algún adversario o la sonrisa hecha soma de algún intimo, he preferido, para hermosearla, mi ciudad natal. Así he correspondido al tributo de amor y de esperanza que dieran de niño el mar, la plaza y la calle, los árboles y la casa, el rincón y la esquina. Y a quien me censure esta permanente emoción serenense deberé decirle que amando a la ciudad y al terruño se aprende de verdad, de corazón, a amar a la Patria. Que no pueden confiar los pueblos sino en  aquellos que demuestran la honda calidad humana que engendra la gratitud. Los que no aman la tierra donde han nacido, los ingratos con la Patria pequeña que es el terruño, lo serán también con la Patria grande en que se mueven. Sencillamente, llevan la ingratitud en las arteria"

Palabras pronunciadas en el acto de inauguración de las obras del Plan Serena, en octubre de 1952

Del Plan Serena se desprende el Teatro Municipal de La Serena, fue originalmente parte del Liceo de Niñas y proyectado por el arquitecto señor Sergio Hermann, de la Dirección de Obras Públicas, atendiendo al cambio de domicilio del establecimiento educacional (fundado en 1883 y emplazado donde se ubica actualmente la oficina de correos). El complejo, incluido su teatro, fue inaugurado el año 1952 y está ubicado en calle Benavente, número 580. Cuenta con una sala de artes escénicas para un aforo de 484 personas. 

El Teatro Municipal de La Serena, en la actualidad administrado por la Municipalidad de La Serena, a través de su Departamento de Cultura, fue remodelado el año 2009, siendo alcalde en aquel entonces, Raúl Saldivar. El proyecto de remodelación fue presentado al programa de "Asistencia para Proyectos Comunitarios Culturales" (APCC) de la Embajada de Japón en Chile y contempló el recambio de la totalidad de las butacas del teatro, del sistema de iluminación, y la habilitación de una sala de proyecciones, entre otras mejoras. Sin embargo, el año 2019, el recinto sufrió daños estructurales tras el terremoto que afectó a la zona el día 19 de enero. En un informe sobre el estado material y condición de la edificación realizado por los Sres. Carlos Guerrero y Jorge Subiabre, por parte de la Dirección de Obras de la I. Municipalidad de La Serena, se da cuenta de la condición de 'inhabitable' del recinto, junto a la recomendación de no realizar actividades ni en sala, ni en escenario. Sin embargo, el Teatro fue abierto al público a los pocos días, realizándose incluso actividades propias de la Municipalidad. 

Otro recinto de gran importancia es el otrora Teatro Centenario (conocido por muchos años como "Cine Centenario"). Ubicado en calle Cordovéz, número 391, esquina Los Carrera, vereda sur de la Plaza de Armas de La Serena, el Teatro Centenario fue inaugurado en el año 19451. Su diseñador, el arquitecto Andrés Murillo, quien trabajó en otras obras como la fachada neo-gótica de la Iglesia La Merced (1952). Es de estilo ecléctico que destaca el romanticismo historicista a través de la fuerte asimetría de su fachada y de la re-interpretación del estilo neo-colonial californiano. Marca la esquina con un pequeño torreón. 

 

Funcionó principalmente como sala cinematográfica desde su inauguración hasta el año 19962, debido principalmente a la presencia de las nuevas salas de Cinemark. Desde su cierre como sala de cine, el Teatro Centenario sirvió como sala de espectáculo para eventos de distintos géneros, siendo arrendado para estos fines. Siendo un inmueble privado, administrado por el Arzobispado de La Serena, las distintas actividades que se llevaron a cabo en él provocaron roces ideológicos con la Iglesia, lo que conllevó a intentos de venta que finalmente no se concretaron. El año 2007, el inmueble fue arrendado por el gestor cultural, Rodrigo Cuturrufo, levantando allí un nuevo espacio para la difusión cultural. El recinto se transformo entonces en una sala multiusos, contando con una cafetería, sala de exposiciones y sala de grabaciones y ensayos. El nuevo uso del teatro centenario gozó de gran éxito hasta el año 2017, cuando el Arzobispado de La Serena toma la decisión de terminar con el contrato de arriendo, argumentando, según declaró la administradora de bienes de dicha identidad, doña Cecilia Marín Vega, que “Lo que se ha hecho en estos últimos años no ha sido muy fructífero para nosotros como iglesia, ha sido un poco complejo, considerando que nosotros teníamos un acuerdo distinto cuando se arrendó el cine". Entre las proyecciones de ese entonces, se pensó en arrendarla a dos casas de estudios superiores en Santiago, para hacer uso del inmueble como centros de extensión. Al mismo tiempo, el Arzobispado recibió ofertas tanto de la Ilustre Municipalidad de La Serena como de la Seremía de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, rechazando ambas propuestas. El año 2020, el Arzobispado concretó el arriendo del inmueble a un privado, para fines comerciales. La última función artística fue realizada el día 06 de octubre del año 2018 (Festival Chile Jazz). 

1 Otras fuentes señalan que fue inaugurado en 1948, comenzándose su construcción en 1945. La conexión del Cine Centenario con el Plan Serena no es segura, pues sólo dos fuentes secundarias mencionan aquello. Sin embargo, el inmueble no aparece mencionado en las memorias de G. G. Videla. 

2 Según una nota publicada por Canal 13 (año 2004), el Cine Centenario cerró oficialmente sus puertas el año 1998, con la presentación de la película "Pelotón".

Bibliografía:

 

Nota de prensa de Canal 13 (2004)

CENTROS CULTURALES EXISTENTES EN LA ACTUALIDAD

 

Una de las salas más antiguas de la ciudad es, sin duda, el teatro del Liceo Gregorio Cordovez, ahora llamado Teatro Jorge Peña Hen, quien fuese alumno del liceo y fundador de la primera Orquesta Infantil en Latinoamérica. El liceo Gregorio Cordovez fue fundado el 7 de abril de 1821, bajo el nombre de "Instituto Nacional del Departamento de Coquimbo". Posteriormente cambió su nombre a Instituto Nacional de San Bartolomé (1823), tomando su nombre final el año 1972. En palabras del ex presidente, Gabriel González Videla, el Liceo cuenta con "uno de los teatros"más amplios y hermosos de la ciudad". El edificio fue reformado durante el Plan Serena, anexándose a él un nuevo internado. Posteriormente, en la década del 60, el edificio antiguo fue derrumbado, perdiéndose gran parte de la documentación histórica, según relata Abraham Vera Yanattiz en su libro, "Liceo Bicentenario Gregorio Cordovez". 

Dentro del Departamento de Música de la Universidad de La Serena, ubicado en calle Larraín Alcalde s/n, se ubica la Sala de Conciertos MECESUP, proyecto presentado al Programa de Mejoramiento de la Calidad y Equidad de la Educación Superior el año 2001. El proyecto, cuyo objeto es el del fortalecimiento integral de la función docente del Departamento de Música de La Universidad de La Serena, consiste en un edificio de una planta, completamente acondicionado para la actividad musical, desde la docencia hasta la extensión en formatos pequeños y medianos (música de cámara, exposiciones, conciertos de ensambles de mediana envergadura). El proyecto tuvo un valor de ejecución de casi 500 millones de pesos; un aforo aproximado de 250 personas, sala

de grabación y otras dependencias destinadas al estudio y la docencia. 

Entre otras salas destinadas para actividades culturales en la ciudad, se encuentra el Auditorio de la Biblioteca Regional Gabriela Mistral; el salón Pentágono de la Universidad de La Serena (principalmente utilizado para grabaciones televisivas y exposiciones); la sala de exposiciones y el Aula Magna del Campus Ignacio Domeyko de la Universidad de La Serena (actualmente la sala de mayores dimensiones y aforo de La Serena). Un caso de re-acondicionamiento de espacio es el de la Iglesia Santa Inés, construida en 1544 y cerrada debido a sus daños estructurales en 1979. El año 2010 reabre como un importante espacio cultural para la ciudad de La Serena. 

TEATRO REGIONAL DE LA SERENA 
CRONOLOGÍA DE UN FRACASO

A día de hoy, la Región de Coquimbo, Chile, es la única región que  no posee  un recinto para las artes con las condiciones ad hoc para el trabajo de artistas, comodidad del público y todo el aparatus cultural que se necesita en este tipo de recintos. El proyecto Teatro Regional La Serena se enmarca, en sus inicios, en el programa de la ex presidenta, Michelle Bachelet, cuyo fin era dotar de un centro cultural a 49 comunas de Chile (añadiéndose dos más con el tiempo). El programa fue luego apoyado por la Comisión de Infraestructura, creada en el gobierno de Ricardo Lagos y, posteriormente, como parte del Legado Bicentenario (2010) bajo el gobierno del presidente Sebastián Piñera, se establece como Programa de Teatros Regionales. 

El proyecto 'Teatro Regional de La Serena' sufrió, durante el tiempo de proyección 2006 a la fecha, una serie de reveses e infortunios, producto principalmente de una pésima gestión y comunicación por parte de los responsables (Ministerio de Obras Públicas, Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, y la Ilustre Municipalidad de La Serena). En términos de comunicación y gestión estratégica, los actores culturales de la región (artistas y gestores) no han sido considerados por la esfera administrativa y política, lo que sin duda fue causal de un proyecto mal encaminado y lleno de errores. Entre los principales hitos que afectaron el avance del proyecto se encuentran: 

  • El año 2013, año en que se había terminado el primer diseño de teatro y se pedía una re-adecuación presupuestaria, el Gobierno Regional rechaza el suplemento monetario para gastos administrativos del proyecto Teatro Regional (Acuerdo Nº5909).

  • El año 2014 se envía el proyecto al Gerente Regional de Desarrollo Productivo para dar curso a la creación de la Corporación de Administración del Teatro Regional. Hasta la fecha, no se ha dado respuesta sobre esta petición. 

  • El año 2016 se anula el convenio tripartito entre la Municipalidad de La Serena, el Gobierno Regional y el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes. 

  • El año 2017, bajo acuerdo Nº9029, se prioriza la iniciativa “construcción Teatro Regional” por un costo de 20 millones de pesos, a ser utilizados en consultoría y gastos administrativos para la realización de un nuevo estudio de pref-actibilidad. A la fecha no se ha socializado ningún resultado respecto a este estudio.

  • El año 2018 se hace entrega de una petición ciudadana, con casi 2.500 firmas, la cual se entregó a la Municipalidad de La Serena e Intendencia. Ninguna de ellas tuvo respuesta.  

El año 2018, como parte del movimiento social #TeatroIVRegionAhora, se realizó una investigación sobre los eventos relacionados a este proyecto, lo cual se materializó en un vídeo que da cuenta de aquella cronología. 

 

Captura de pantalla 2020-12-09 a las 16.
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Ancla 4

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